También aprovechamos los momentos de descanso para seguir charlando sobre el país que queremos y que hoy podemos empezar a construir. ¿Cómo utilizar la tierra y las maquinas para mostrar que podemos vivir sin oprimirnos unos a otros? ¿Cómo hacer para no reproducir lo que sufrimos?
La inercia liberal que existe en nuestras ideas, en nuestros planteos, se exorciza hablando, leyendo, pensando. De a poco, como vamos limpiando este terreno de mugre para edificar el Taller, así vamos limpiándonos a nosotros mismos de 30 años de neoliberalismo, para poder construir una comunidad organizada y alegre.
¡Están invitados a sumarse para compartir esfuerzos, ideas y frutos!
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